domingo, 12 de enero de 2014

Crisis energética

“Esperanza, fe, ilusión, felicidad, futuro, bondad.... palabras que hoy no tienen razón de ser, ya no existen. Las previsiones se han cumplido. Ahora, los augurios de años atrás se han hecho ya realidad. Hemos sido todos ganadores de un catastrófico premio: Nuestro cielo, lleno de sustancias nocivas, se ha convertido en un techo de nubes contaminadas. Nuestro mar rebosa de materias tóxicas que lo han dejado estéril de por vida. Nuestra tierra es un desierto donde no puede vivir ningún ser. ¡Hemos triunfado!. Nuestra “inteligente” labor ha dado su fruto. La nada es el resultado de nuestro esfuerzo. Ahora, por fin, podemos sentirnos satisfechos del deber cumplido. Ya nunca encontraremos todo aquello que había existido antes. Hemos cambiado para siempre nuestro origen. Hemos llegado a nuestro grado máximo de superación. Ya nunca podremos volver a repetir nuestra hazaña. Ya no habrán más generaciones. Sólo nos queda el recuerdo del pasado. Los colores ya no pintan el presente, ahora sólo viven en nuestra memoria. No hay luz. Ha ganado la oscuridad, la noche nos invade. Éste es el tiempo que nos ha tocado vivir. Hemos conseguido ser los primeros en llegar a cerrar ésta barraca llamada tierra.”



No os asustéis, lo que acabáis de leer no es más que un texto de una fantasía apocalíptica sacado de contexto. Pero no deja de ser un tanto preocupante que éste párrafo catastrófico pueda ser el posible retrato de nuestro futuro. Día a día se van multiplicando las necesidades energéticas de la humanidad, mientras que a la vez, vamos agotando irremediablemente sus recursos. Las alternativas reales que pueden dar solución al problema evidentemente no contentan a los monopolios que controlan esas fuentes de energía y, por lo tanto, éstos hacen todo lo posible para retrasar su aplicación efectiva.



No es menos cierto que todos, de una manera u otra, estamos involucrados en la carrera loca hacia ese fin incierto, aunque claro, creo que hay diferentes grados de responsabilidad. Todos debemos ser conscientes del problema y tomar medidas al respecto, pero bien es cierto que no ayuda mucho el leer noticias como la aparecida en “La Vanguardia” ayer sábado y de la que se hace eco el blog “Tot Barcelona” en la que, en una entrevista a Felipe González, éste declara como lo mas normal del mundo, que se retira del consejo de Gas Natural por aburrimiento...

Perplejidad y asco es lo que me provoca leer que alguien ha estado cobrando 126.500 euros al año por aconsejar a una de esas empresas. Mientras, el resto, sufrimos sus consejos pagando una mayor factura cada mes. La noticia duele más cuando se refiere a un personaje que, en cierta ocasión, dijo ser de izquierdas y que, es "merecedor" también de una apetitosa paga vitalicia por haber sido nuestro presidente de gobierno.



Os acompaño mi oscuro pensamiento de hoy con una ilustración en blanco y negro que alude al tema y que ha servido de apoyo a un cartel para la presentación de la CIC de Cerdanyola. 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario