La libertad personificada en una estatua y un monstruo que podría
haber salido en una peli de serie B, son los protagonistas de ésta imagen.
Me
parece un contrasentido que algo tan estático e inamovible como un monumento, nos
pueda transmitir la idea de libertad. Sí, es absurdo, pero de alguna forma hay
que imaginarla. Es lo que tienen los conceptos abstractos, cada cual es libre
de imaginarlos como mejor le venga en gana… aunque otra cosa es que el
resultado sea creíble, de hecho, siempre hay quién está al margen de ese juego
de interpretaciones y para ellos los iconos universales que representan esos grandes
valores no son más que algo que está ahí y punto. Para ese caimán gigantesco, “eso”
tiene aspecto de cosa comestible y en cuanto se mueva se lo zampa… lo del bicho
es un instinto primario, pero eficaz… ese caimán gigante ignora que lo que
tiene enfrente es un icono cultural, observa atento a su posible presa sin
saber de sutilezas conceptuales, sin saber tampoco que él mismo es un símbolo que
representa lo salvaje y ancestral y que está siendo usado para transmitir una
idea de libre interpretación….
¿Tú crees que tendríamos que advertir al bicho?
ResponderEliminarTanta libertad es posible que no la digiera bien ¿verdad? Estamos tan acostumbrados a que nos vayan marcando el paso. ¡Pobre caimán!