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viernes, 5 de noviembre de 2021

lunes, 7 de marzo de 2016

Los productores de fuego

"...Tropezó entonces con uno de los hombres, Castor Gris, que estaba en cuclillas arreglando algo con unos palos y musgo seco extendido en el suelo. Colmillo Blanco se le acercó y se quedó observándolo. Castor Gris producía con la boca unos sonidos que el cachorro no
consideró de carácter hostil, y se le acercó aún más. Varias mujeres y niños le iban llevando al indio palos y ramas. Era evidente que el trabajo que realizaba urgía. Colmillo Blanco fue andando hasta tocar la rodilla de Castor Gris: sentía tanta curiosidad que se olvidó de que el hombre era terrible. De pronto vio elevarse algo raro, como una neblina, de aquellos palos y musgos que estaban bajo las manos del indio. Luego, entre los palos mismos, apareció una cosa viva que se retorcía y daba vueltas, una cosa de color parecido al del sol que brillaba en el cielo. Colmillo Blanco ignoraba lo que era el fuego. Le atrajo como la luz que veía a la entrada de su covacha le había atraído antes en los comienzos de su vida. Se arrastró hasta aproximarse a la llama. Sobre él oyó sonar una risa ahogada
de Castor Gris, que le confirmó la idea de que tampoco aquel hombre le era hostil. Entonces su nariz tocó la llama y su lengua se alargó para lamerla. Se quedó un instante paralizado..."
En éste párrafo del libro de Jack London, Colmillo Blanco conoce en sus propias carnes, con sorpresa y dolor, el poder del fuego. Hasta ese momento no había sabido de su existencia. En su nueva vida con los humanos, descubre cómo éstos lo usan para su provecho. Colmillo Blanco sabe entonces que debe respetar y temer a ese ser extraño que camina a dos patas y que puede hacer que los objetos muertos cobren vida a su voluntad.




miércoles, 13 de marzo de 2013

Primeras horas de colmillo blanco

..."La mayor parte del primer mes de su vida la había pasado así, durmiendo; pero ahora,que veía bien, se quedaba despierto mucho más rato e iba aprendiendo a conocer su mundo mucho mejor. El mundo era lóbrego; pero él no lo había descubierto puesto que no sabía que existiera otro mejor. No gozaba más que de una luz opaca, pero sus ojos no habían tenido que acostumbrarse a otra. Su mundo era pequeñísimo. No tenía otros límites que las paredes del cubil. Pero como ignoraba todo acerca del ancho mundo que quedaba fuera, nunca sintió la opresión de los estrechos confines a que estaba reducida su existencia."

De nuevo otro párrafo del libro de Jack London “Colmillo blanco”. En éste se describen las primeras sensaciones de colmillo al ir conociendo el mundo que le rodea. Sus primeros días en el oscuro cubil donde compartía con sus hermanos y hermanas las atenciones de su madre. De esa camada él será el único superviviente. Jack London vuelve a mostrarnos la dureza de la supervivencia en la naturaleza.


domingo, 3 de marzo de 2013

La loba



…“El jefe más joven lanzó un terrible gruñido; pero quedó cortado a la mitad por el cosquilleo de una tos que le ahogaba. Desangrándose y tosiendo, herido ya de muerte, se arrojó contra el viejo y luchó con él mientras iba perdiendo la vida, mientras las patas le flaqueaban y se oscurecía la luz de sus empañados ojos, haciéndose cada vez más cortos sus saltos y menor el alcance de los golpes que dirigía a su contrario. Y durante toda esta escena, la loba continuaba sentada sobre sus patas posteriores sonriendo. Se sentía vagamente halagada por aquella batalla, porque ese era el modo de hacer el amor en aquel mundo salvaje, la tragedia sexual en plena naturaleza, que en realidad era solo tragedia para los que morían. Para los supervivientes significaba la mera realización de un hecho, de una hazaña.”

Éste párrafo pertenece a la novela de Jack London “Colmillo blanco”. Describe el momento en el que la madre de “Colmillo” contempla la lucha mortal entre sus pretendientes. El superviviente será el elegido. El futuro padre de “Colmillo blanco”.

Una vez más, en la novela se evidencia la implacable ley de la supervivencia natural. La ley del más fuerte y astuto. En la ilustración he intentado recrear ese momento en el que “el tuerto” liquida a sus dos competidores mientras la loba espera el desenlace de la pelea sentada sobre sus cuartos traseros.



lunes, 15 de agosto de 2011

Frías noches


Agazapados entre la nieve y la oscuridad de la noche unos cuantos ojos penetrantes acechan a los intrusos. Con curiosidad y recelo esas miradas penetran entre las sombras y luces proyectadas por el fuego. A la mañana siguiente Bill le dice a Henry que uno de los perros ha desaparecido… cada noche resurgen de la espesura del bosque docenas de ojos vigilantes… 
Jack London describe tan bien estas escenas en su libro "Colmillo Blanco", que no me ha costado mucho imaginar esas frías noches en los bosques de Canadá… en la ilustración he intentado plasmar de forma fiel lo que vivía en mi imaginación con papel, lápices, pinceles y acuarelas.



jueves, 3 de febrero de 2011

Colmillo blanco

En cuanto a relatos de aventuras, Jack London es uno de mis autores preferidos. Los amigos de "Vespres Literaris", en relación con la próxima lectura del mes, nos lo recuerdan en su blog.  
Pocos autores han sabido transmitir con esa maestría, la lucha por la vida de sus personajes en las mas adversas y extremas condiciones. La naturaleza, en su faceta mas salvaje, es protagonista principal de sus relatos. Leerlo siempre ha sido para mi una grata experiencia, un viaje con la imaginación a remotas y lejanas tierras. Cuantas veces me ha hecho imaginar la emocionante sensación de la llamada de lo salvaje… En su honor dediqué una serie de dibujos para el libro “Colmillo blanco” y os acompaño algunas muestras: