Hay muchas teorías sobre el “más allá”.
Sí, se suele llamar así a ese sitio al que iremos todos cuando nos muramos. Unos dicen que es un lugar donde reina la paz, la armonía, y todo el tiempo suena una música celestial, siempre y cuando se lo haya merecido uno por sus buenas acciones en ésta vida, pues, en caso contrario, tendremos que soportar el vivir toda la eternidad entre brasas ardientes, mientras unos seres repugnantes nos pinchas constantemente con unos tenedores muy largos simplemente porque les gusta hacer ese tipo de cosas…. Otros dicen que nos reencarnaremos en otro tipo de vida y, en éste caso, tanto cabría la posibilidad de que nos tocase ser una piedra en el camino, como una pera limonera, o como un escarabajo pelotero, o como un elefante o, en la mejor de las posibilidades, como todo un señor premio nobel de la paz, por poner un ejemplo… En definitiva, a ciencia cierta no sé cómo será ese “más allá” pero lo que es seguro es que en el “más acá” acabaremos todos más o menos como en este dibujo… o sea, en los huesos… y seguro que mucho más desparramados y estropeados que estos de aquí.
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